Samir Assaf sabe pegar. En los caminos de tierra, especialmente, el monterizo supo hacerlo. En sus dos primeras temporadas en el Rally Argentino cosechó un campeonato y un subcampeonato. Impactó en el ambiente por su rendimiento y su talento. Sin embargo, los lauros siguen sin ser suficientes para conseguir apoyo oficial y patrocinadores que le permitan encarar un proyecto serio en el deporte motor.
Assaf no estuvo en la primera fecha del torneo porque no logró reunir el presupuesto. “Hasta el momento no apareció nada”, le dijo a LG Deportiva. “El diario sacó una nota que causó mucha repercusión en el país. La gente estaba muy molesta porque no me apoyan”, reveló Assaf sobre la publicación del 12 de febrero. Basta con darse una vuelta por el Facebook del piloto para corroborar el descontento de sus seguidores.
Puede haber tristeza, pero no es paralizante para el campeón de la Clase 9, en 2013 y subcampeón de la 3, en 2014. No es su estilo. “Voy a trabajar hasta el último día para estar en la segunda fecha. Si no, seguiré trabajando para que sea lo más pronto posible”, sostuvo.
Assaf sigue empleando recursos y trabaja con un experto en publicidad. “Estamos terminando una buena carpeta de presentación para encarar de otra manera a las empresas”, explicó con esperanza de éxito en la nueva gestión. Mientras tanto, Assaf trabaja en lo físico fortaleciendo sus brazos, no sólo para dominar el futuro auto de la categoría Maxi Rally que se desvela por conducir, sino para seguir golpeando las puertas en búsqueda de apoyo.
Por esa doble demanda no llama la atención que tome a mazazos en el gimnasio una enorme rueda de tractor. “Hago mucho entrenamiento físico todos los días. En karting también. La idea es no perder el ritmo y tener los brazos en constante movimiento. Es complicado porque hay muchas ansias e incertidumbre”, reconoció Assaf.
Tal es el grado de ansiedad que no se aguantó las ganas. Más que seguir, persiguió el desarrollo de la primera fecha que se corrió en San Luis. “Dije que no iba a estar pendiente, pero lo estuve; tramo a tramo. Vi todos los tiempos, quién ganaba y quién no. Moría por estar ahí. La peor crisis para un piloto es ver la carrera desde afuera”, sentenció.
Seguir compitiendo es el objetivo del piloto, pero es consciente que la vida debe continuar. “Estoy dedicando tiempo a estudiar: me anoté en Ciencias Económicas”, explicó. La habilidad que exhibe en los caminos, también la mostró en la elección del modo de estudio. “Las clases son virtuales y a distancia; lo puedo hacer en mis tiempos libres”, detalló Assaf, que se las arregla para que nada interfiera. Su esperanza es que el apoyo se concrete y todo en su vida vuelva al lugar correcto.